Llega a mis manos:
"Mas de cien palabras, mas de cien motivos,
para no cortarse de un tajo las venas,
mas de cien pupilas donde vernos vivos,
mas de cien mentiras, que valen la pena" por Sabina.
Ésto me dejó pensando. Son versos intensos que mueven todo adentro y dejan marcas. La expresión apropiada sería: me fui de mambo.
Más tarde, aún con los versos dando vuelta por mi cabeza, recuerdo esa mi necesidad de citicar, es ese mi bichito interno que quiere probar que todos están equivocados menos yo.
"Quiero que mi tumba sea sólo mía" escribí alguna vez, en uno de esos episodios autodestructivos de mi adolescencia. Así dejaba en claro que el tajo, corte o cualquier tipo de intervención dermatológica tendría que esperar a que a nadie, absolutamente a nadie lastime mi partida.
Sólo necesito un par de pupilas que me sigan, un amigo o un amor, sino tal vez una madre o un hermano y el motivo que tiene esa persona para que yo siga aquí.
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PD: feliz de poder criticar a uno de los pocos inmortales que quedan "pero por fin.. se equivocó Joaquín!" (x2)
